MOVERSE EN BICI POR LA PERIFERIA

EL MUNDO DE LA MTB

Manual del ciclismo urbano de periferia.

Son muchos nuestros los amigos de La Gatera del Taller de Bicis que, gozando de buena forma física y teniendo la posibilidad de dejar la bicicleta en sus puntos de trabajo, no dan el paso de cambiar la bici por el coche para ir a trabajar. Esto es porque a menudo asocian el ciclismo urbano con el centro de la ciudad. Pero existe otro tipo de ciclismo urbano: el ciclismo urbano de periferia o de extrarradio cuyo decálogo os dejo a continuación:

Puntos relativos a la bicicleta

1. El ciclismo de periferia se suele caracterizar

   

   MTB con neumáticos estrechos

   por cubrir distancias mayores que el ciclismo céntrico: yo, sin ser ningún fuera de serie, he estado cubriendo la distancia entre Puente de Vallecas (Madrid) y Paracuellos (localidad próxima a Barajas) durante ocho años.

2. El hecho de que las distancias sean más largas nos obligan a hacernos con una bici rápida: olvídate de las bicicletas plegables (al menos de las de rueda más pequeña de 20″) y de las MTB con ruedas demasiado anchas. En el caso de que la tuya sea de estas últimas, si los fines de semana eres un adicto a las ruedas gordas, es aconsejable que te hagas con otro juego de ruedas (montadas con neumáticos lisos y estrechos) para utilizar entre diario. Ganarás velocidad y, de paso, no «malgastarás» tus «ruedas de los domingos»
3. Las distancias medias, a menudo, suelen venir de un perfil de ruta que no siempre es llano: asegúrate de utilizar una bicicleta con un rango de desarrollos amplio.
4. Luces: Imprescindibles sobre todo en invierno, más aun si  comienzas tu jornada laboral antes de las nueve o la  pasadas las cinco de la tarde.

Puntos relativos al equipamiento

1. Lleva herramientas: las distancias medias nos obligan a ir preparados

   

   casco de color amarillo fluorescente

   para cualquier posible avería: pinchazo, desajuste de frenos, o cambios, un tornillo que se afloja… Un sencillo equipo de herramientas, como el que llevas en tus rutas por el campo, será suficiente para asegurarte de que no llegarás al trabajo dos horas tarde.

2. Ropa colorida: el ciclista hipster es una víctima de la moda: trabaja en el centro y sus trayectos discurren por calles estrechas con tráfico lento y estrecho; sin embargo las grandes avenidas del extrarradio propician que nos pueda sorprender un coche a gran velocidad. Procura que se te vea de lejos. Aprovecho para recordarte que, aunque en ciudad no es obligatorio, el uso del casco puede salvarte la vida. Aprovecha y póntelo de un color que llame la atención.
3. Procura llevar agua: si lo piensas, un trayecto urbano de más de diez kilómetros no deja de ser una pequeña ruta en bici, así que recuerda no ser víctima de la deshidratación. Menos aun en los meses de verano.

Puntos relativos al ciclista

1. Desayuna «como Dios manda»: a partir del kilómetro cinco el bajón está asegurado si te conformas con una pieza de bollería o un pedazo de chocolate: no te olvides de que los hidratos de lenta absorción son imprescindibles para ir bien en bici. Durante ocho años tuve ocasión de hacer muchos experimentos a este respecto y descubrí que un desayuno basado en pasta (pura y dura) me ahorraba diez minutos en mi trayecto y además iba más suelto y alegre que cuando me conformaba con un donuts o similar.
2. Dosifica: el trayecto es largo así que no te quemes al principio. La primera vez que cubrí el trayecto entre mi casa y mi trabajo en bici lo hice un domingo. Así supe perfectamente cuánto iba a tardar yendo tranquilo.
3. Búscate atajos o tramos favorables al rodar rápido: es una obviedad: vas a trabajar, no a entrenar (aunque aproveches para hacerlo) así que cuanto antes llegues y más descansado, mejor.

Este decálogo lo he escrito conforme a mi experiencia personal. Seguro que tienes mil experiencias propias que contar ¡Compártelas en el espacio de comentarios!